jueves, 9 de abril de 2015

The Red Pill: El sexismo que sufren los hombres

Sea por mi odio que te escupiré mi último aliento.
—Capitán Ahab, enfrentándose a Moby Dick

¿Cuál es el sexismo que sufren los hombres?

Si se entera, el Movimiento por los Derechos de los Hombres (MRA, o Men's Rights Activism) correrá a ser el primero en contestar a nuestra pregunta. Podéis encontrarles aquí o aquí. En sus propias palabras:
«...un particular movimiento liderado por personas que se identifican como activistas por los derechos de los hombres surgió en Estados Unidos a finales de la década de los 70 para asegurar derechos equitativos para los hombres ante el auge del feminismo.»
Se trata de un grupo muy heterogéneo con una opinión muy particular acerca de las desigualdades entre hombres y mujeres:

«En el mundo occidental los hombres están oprimidos en la misma medida o incluso más que las mujeres. Puede que lo encuentres difícil de creer, pero estos hechos hablan por sí mismos: [...]
  • Es notablemente más probable que un hombre sea víctima de crímenes violentos (incluyendo la violación) antes que una mujer. [...]
  • La definición feminista de la violencia doméstica ha corrompido las filosofías de arresto y acusación, por lo que la mayoría de los detenidos por abuso son hombres mientras que a las agresoras se las deja en paz.
  • Es legal circuncidar a bebés masculinos contra su voluntad. [...] Mientras tanto, la circuncisión femenina es completamente ilegal.
  • Los hombres suponen el 90% de las muertes en el lugar de trabajo. [...]
  • Los hombres obtienen peores resultados en todos los aspectos del sistema educativo. [...] 
  • Derechos reproductivos: los hombres no los tienen [NdT: El aborto nos los "quita"]. Derechos parentales: los hombres casi no los tienen. [...]
  • Aunque las necesidades de los hombres son razonablemente mayores que las de las mujeres, el gasto del gobierno para apoyar a la mujer es de entre 10 y 100 veces mayor que el gasto para ayudar al hombre. [...]
  • Los negocios propiedad de mujeres obtienen dinero gratuitamente del gobierno por literalmente ninguna razón más que ser una mujer. [...]
Seguro que hay más, pero ya me estoy cansando. [...] Estos son ejemplos de auténtica discriminación, en los que no hay nada que pueda hacerse. No como esa "discriminación contra las mujeres" porque trabajen más en casa. [...] Las feministas aseguran, como prueba de que son discriminadas, que las mujeres hacen más tareas domésticas debido a normas sociales. Incluso si eso fuera cierto —puesto que esas encuestas están sesgadas y no incluyen las tareas de hombres como la reparación del coche—, eso no sería discriminación porque las mujeres eligen trabajar más en casa.»
Puede que entre todo este festival de datos reales malinterpretados + conceptos incomprendidos hayáis notado un poquito de revanchismo. A Voice for Men, una de las webs de cabecera del movimiento, comenta el tema aquí:
«Leyes y políticas que discriminan a los hombres han sido establecidas por gobiernos occidentales a causa de la influencia feminista que posibilita la marginación masculina, mientras que no se encuentra una sola ley o política que discrimine a la mujer. [...]
Aún se saca el tema de buscar conformidad entre el MRA y el feminismo. NO PUEDE haber conformidad entre nosotros. Digo esto porque sólo hay una forma de ponernos de acuerdo: Las feministas tendrían que reconocer que su movimiento es culpable de promover la discriminación anti-masculina a través de los gobiernos occidentales. Ya culpen a las "radicales" o a las de "segunda ola" o la subdivisión C subsección 12, no importa a quién quieran cargarle el muerto siempre y cuando reconozcan que el Feminismo es la razón por la que estas leyes existen.»
Tal vez esto lo ilustre:


...o quizás también esto otro:

Tema: «Me opongo a mear sentado. Desde Suecia hasta Taiwan, cada vez más feministas demandan que los hombres dejen de orinar de pie.»

Comentario: «Cómo desearía pillar a una de estas feministas, atarla y mearme sobre toda ella. Sólo para enseñarle que soy un puto HOMBRE y que nunca me convertiré en el maricón acobardado, flojucho y manirroto que ellas desean tanto. Que se follen a estas lesbianas gilipollas nazis que quieren destruir nuestra virilidad. Que las jodan. Ponte en pie. Sé un hombre. Mea de pie.
¿Que a las mujeres les parece desagradable? ¿Que forma charcos? QUE OS FOLLEN, MUJERES. Me he ganado la vida limpiando baños de mujeres cuando era joven, vosotras jodidas putas dejáis sangre en las paredes, os cagáis por las paredes porque no os sentáis en la taza, y vuestros tests de embarazo por todas partes. Que os follen si vais a mear y quejaros sobre el pis en el suelo.»
Sus reivindicaciones pueden parecer, por decirlo suavemente, unas tontás. Pero entre sus teorías de la conspiración feminista se encuentran indicios de cómo nacer hombre, por si acaso nunca te lo habías planteado, también conlleva sus propias injusticias. Sin embargo, aunque el MRA percibe estos asuntos insiste en interpretarlos desde su —digámoslo con sus propias palabras— anti-feminismo militante.
Por ejemplo, una de sus prioridades manifiestas es luchar contra la imagen negativa del género masculino. Eso es un hecho: existe un estereotipo masculino asociado a la violencia, la frialdad y la puerilidad. Pero como eso de los «roles de género» y el «liberarse» de ellos les suena demasiado feminista...
«Creer en roles de género y en la socialización de género no es propaganda feminista.
No dejo de ver por aquí mensajes asegurando que la idea de que la socialización es más influyente [sobre el género] que la biología sería propaganda feminista. Me gustaría recordaros a todos que hay activistas prominentes por los derechos de los hombres como Warren Ferrell que creen en roles sociales prefijados que deberían romperse. 
Empiezo a pensar que vuestra interpretación es una reacción a ese sentimiento que tenéis de que las misándricas quieren que os avergoncéis y os sintáis culpables de ser hombres. Tenéis que recordar que los que pedimos la disolución de los roles de género decimos que tanto el rol masculino como el femenino son destructivos porque limitan el comportamiento de diferentes maneras. No es que queramos eliminar el rol masculino porque sea el mal.»
——— 
Respuesta más votada por la comunidad: «Entiendo tu razonamiento, pero yo es que no estoy de acuerdo con ningún extremo —ni imponerle a la gente roles de género con un molde, ni intentar transformar esos roles (con ese argumento de ellas de que son constructos sociales).» 
...buena parte de ellos reivindican otra cosa: que «los hombres son así» y nadie tiene derecho a reprochárselo.
«La femenización de los varones del mundo occidental es un gran problema en mi opinión. ¿Por qué no pueden las mujeres ser mujeres y los hombres ser hombres? Hay un montón de evidencia científica que apoya la idea de que los hombres y las mujeres son solo diferentes por naturaleza. Ninguno es "más listo" que el otro, pero los hombres son más racionales y más lógicos mientras que las mujeres son más sensibleras. ¡Dejad de intentar convertirnos en mujeres, maldita sea!»
Para indignación del resto del movimiento, esta facción idealiza la verdadera masculinidad y rechaza y ridiculiza a los hombres poco machos. Se burla de ellos llamándoles manginas y les acusa de ser traidores pro-feministas. Aquí dejan claros sus motivos para rechazarles como hombres:
«¿Por qué odiar a los hombres con rasgos femeninos no es señal de misoginia?
Imagina que un cocinero sazona un filete con azúcar. La gente lo odiará y dirá que sabe a mierda. ¿Muestra eso que esa gente odia el azúcar? No, lo que demuestra es que esa gente odia el azúcar en filetes.»
Y así se produce un curioso paralelismo. Si bien al feminismo se le reprocha que con ese nombre persigue una feminidad tóxica y no la igualdad...
...el Movimiento por los Derechos de los Hombres, con su nombre tan políticamente correcto y universal —en contraposición deliberada al del feminismo—, precisamente alberga a cierto sector de caballeros que se dedican a promover los rasgos de los hombres de verdad.

RedPillComics: toda la sabiduría de The Red Pill condensada en tiras cómicas desde su punto de vista
En ese caldo de cultivo surge The Red Pill, una de las mayores comunidades masculinas sobre cuestiones de género, que ha dado lugar a toda una filosofía de vida con su propia web española. No les voy a describir yo, que se describan ellos mismos:
«Nuestra cultura se ha convertido en una cultura feminista. Un presidente ya no puede ser elegido hoy en día sin sucumbir a la narrativa feminista y rendirles tributo. ¿Cuántas veces ha agradecido Obama a su esposa por reforzar su virilidad? ¿Cuántas veces se ha centrado el debate electoral en la brecha salarial?, que es un mito muy repetido porque si no estás de acuerdo eres un misógino. [...] El marco que engloba el discurso público es feminista y nosotros hemos perdido nuestra identidad por ello. Mas no es el fin del mundo: el mundo está cambiando, pero los hombres [...] no tenemos más que cambiar con él. [...] 
El feminismo era inevitable. La igualdad de derechos es algo que yo apoyo encarecidamente, para ellos y para ellas. Las mujeres tienen derecho a perseguir la felicidad. [...] Pero ahora es momento de que nos pongamos serios y nos demos cuenta de que nuestra estrategia tiene que cambiar. El feminismo es una estrategia sexual. Pone a las mujeres en la mejor posición para buscar, seleccionar y determinar cuándo quieren cambiar de pareja. [...] The Red Pill es la estrategia sexual de los hombres.»
¿Y en qué consiste esa estrategia? Aquí empieza la mandanga:
«Las feministas dicen que quieren la igualdad pero en realidad lo que quieren es poder sin responsabilidad. [...] Quieren los privilegios de ser mujer (que te mantengan, que te den oportunidades por ser guapa, que te protejan del daño físico) y al mismo tiempo los privilegios masculinos (autoridad, respeto por sacarte una carrera, menor atención a nuestro aspecto físico), cosa que no es ni práctica ni realista. Desoyen el fundamento biológico de cómo los géneros se perciben el uno al otro, en su ignorancia de que "¡todo es un constructo social!". [...] Las mujeres son irracionales e incoherentes. Poseen la capacidad de ser lógicas pero no es su modus operandi. [...] A una mujer lógica se la puede engañar fácilmente para que se vuelva emocional; es fácil hacer ceder a una mujer. Sus decisiones se basan en su estado emocional actual, en vez de en la abstracción de la lógica. Esta tendencia a cambiar tan rápido las hace actuar de forma incoherente y contradictoria. 
Son de naturaleza maquiavélica, es decir, ser manipuladoras se les da relativamente mejor que al varón promedio. El fundamento evolutivo de este hecho es que por su menor tamaño y musculatura las mujeres tuvieron que aprender a usar a los hombres como herramientas [...] por lo que el culmen de su fuerza se haya en una tendencia a ser mentalmente violentas en vez de físicamente. La violencia física está ilegalizada mientras que la mental no lo está; esto les permite salirse con la suya. [...] Allí donde el instinto de un hombre sería golpear, el de una mujer sería lanzarte mierda mental.
Son hipérgamas que se sienten con derecho a tener una pareja superior. Tienes que ser más rico que ella o al menos igual de rico; más culto que ella o al menos igual de culto. Tienes que ser más guapo que ella o al menos igual de guapo; tienes que ser más popular que ella o al menos igual de popular. Puedes compensar una de esas áreas con otra, pero si estás por debajo en al menos dos áreas puedes olvidarte. [...] Si una mujer se cree mejor que tú no puede respetarte; si no te puede respetar, no puede quererte. Las mujeres aman a los hombres de forma diferente a cómo los hombres aman a las mujeres. El amor de una mujer se basa en la adoración, que es respeto reconcentrado. El respeto se deriva del poder. Sé poderoso si quieres ser amado, o nunca serás amado. Siempre se te verá con condescendencia por ser débil.»
Y este es el núcleo:
«Las mujeres tienen una pluralidad sexual: si eres un buen tío con dinero eres material de esposo, que podrá follársela tras 12 citas en las que ella haya bebido tanto vino que se pueda olvidar a nivel primario de que no eres atractivo, sólo mono. Si eres un gilipollas con buenos músculos, tú eres el tío que se la puede follar tras dos horas de cita. [...] "El alfa folla, el beta espera". A las mujeres les dan igual las debilidades masculinas y también les dan igual a la sociedad: si eres débil, depresivo, pequeño, pobre, inculto, inseguro, no-poderoso, no le importas a nadie. A la gente sólo le importas si eres un hombre poderoso o una mujer bonita.»
RedPillComics —las inquietantes tiras cómicas que describen el mundo desde su filosofía— lo sintetiza en esta tira acerca de la necesidad de ser un alfa violento:


Y a mí me recuerda a este monólogo de Fernando G. Torres:



Que nadie se sorprenda. Los RedPill no han inventado nada: todo lo que difunden son ideas arraigadas en el imaginario masculino desde el principio de los tiempos. Si no os resultan familiares podéis consideraros afortunados: habéis logrado esquivar mucho cuñadismo con éxito.

Para los que estamos en desacuerdo con toda esta filosofía sería fácil tacharles de retrógrados y vilificarlos por machistas. Pero su desdén confeso hacia las mujeres no es la mayor huella que dejan. Su comunidad pasa mucho más tiempo diferenciando entre hombres alfa y beta y riéndose de estos últimos...


...ya que suponen todo lo que, como hombres, no quieren ser. Por eso se obcecan con un ideal masculino que luchan por difundir...y autoinculcarse:
«—Nunca hables de tus sentimientos o emociones. Simplemente no lo hagas. [...]
No hables de ti mismo. No te psiconalices en voz alta frente a tu pareja. Habla de las cosas que amas y disfrutas. No hables de ti mismo. Ella no es merecedora de ello. Eso es para un amigo masculino íntimo, si acaso se hace.
Sé inesperadamente delicado sólo en ocasiones. Regálale a tu pareja un cupcake con vuestros nombres, recoge una flor para ella. Actos minúsculos como estos, carentes de ninguna expresión de cariño y seguidos inmediatamente por un regreso al marco frío y distante, pueden llegarle a una mujer al corazón. [...]
Toca a tu chica. Tienes derecho a reclamar su cuerpo. Es tu juguete para que juegues con él y disfrutes. Reclama este derecho tan pronto como sea posible, empezando con contacto físico benigno y escalando con rapidez. Es responsabilidad de ella defenderse del contacto físico no deseado. [...]
—Abstente de dar muestras de cariño durante periodos regulares. ¿Te encuentras a ti mismo tocándola demasiado? Abstente de 15 minutos a una hora. [...]
—El sexo debe consistir en ella actuando en sumisión hacia ti. En la cama es tu muñeca, tu esclava. Ejerce un control absoluto. [...]
—Obligatorio: Haz pesas 3x semana.
—Mantén un corte de pelo de primera, viste buena ropa. [...]
Aguarda al menos 10 minutos antes de contestar un mensaje. Si estás con amigos deseando recibir un mensaje, finge al menos que no es ese el caso.
No uses emoticonos, signos de exclamación ni risas ("jaja", "lol"). Envía menos palabras de las que te han enviado a ti. Cuéntalas. Aparte, cualquier mensaje debería tener menos de 8 palabras.»
¿No os resulta sospechosamente parecido a esto?:


Mientras tanto, el Movimiento por los Derechos de los Hombres sigue investigando el sexismo que a veces las feministas ejercen sobre nosotros.
Dadles duro, chicos.

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